Reponiéndome aún de las imágenes de los totalitarios de la PAH, amparados en los primos hermanos de una escisión morada de las huestes de Iglesias&Errejón, escrachando a Villacís, dos días antes de dar a luz (ese es su respeto por la mujer… en general, ni que decir tiene que ninguna feminista ha salido al amparo de Begoña; ya se sabe: no es de las nuestras, no tiene derechos) y continuar luego a por Casado Cía, en la pradera del Santo.
Reponiéndome digo, me vuelco en nuestra villa, cercana ya la hora final y tan próxima la apertura de las urnas y el resultado que las mismas nos depararán.
Acompaño el estado actual del proyecto estrella de la estrellada Quislant. Como pueden ver en la imagen: Ni parking disuasorio, ni Centro Comercial revitalizador de la Estación, ni, por supuesto, Viviendas de VPO y, lógicamente, tampoco de las otras.
Otras promesa incumplida más, como la del soterramiento de la rotonda enlace hacia Majadahonda y Boadilla, como la de la Coca Piñera, como la depuradora… realmente, en los últimos cuatro años ¿Esta señora ha hecho algo en Pozuelo?…en La Estación, nada de nada.
Y, mientras Susana disfruta de su última semana de mayoría, el resto de partidos “estatales” prometen sin cesar y pasean a sus “gurús” capitalinos para ver de llenar su saco y aprovechar los años perdidos azules con gentes ajenas y proyectos de difícil sostenibilidad.
Me gusta la idea del candidato de VOX: Soterrar la vía férrea, no digo que imposible, nada lo es salvo evitar la muerte eternamente, pero fácil no parece y mucho menos cuando tamaña propuesta estaría a expensas de otros presupuestos y acuerdos, ajenos a lo aprobado en la villa. Puestos a imposibles, difíciles de alcanzar, permítame solicitarle el soterramiento de la M-40 que produciría la unión de la villa y la remisión del cáncer acústico que nos rodea, ganando espacio de asueto y kilómetros y kilómetros de zona verde.
Aunque puestos a demandar y no dudando del interés hacia su/nuestra ciudad preferiría que nos explicase cómo hubiese casado el número dos por Barcelona, con su elección como miembro de la corporación de nuestra ciudad…
Del candidato Damián, solo recordarle que si el éxito se fundamenta en el desconocimiento de la villa, el apoyo de los que no lo eligieron y la compañía del hoy naranja y ayer azul Ángel Garrido… poca esperanza veo, ante tanta dificultad… propia y ajena.
ozco mi predilección por Ángel Bascuñana, tan admirado en lo personal, como alejado en lo político de su partido y sus acuerdos de gobierno con otros, pero venir a Pozuelo de Alarcón, con Ángel Gabilondo, el mismo que dice que no conoce a nadie que tenga un millon de euros – imagino que su hermano Iñaki, tan mal no le ha ido y seguro que ganado con merecimiento – y que insista en un esfuerzo añadido de impuestos sobre las herencias…, mala cosa para el bolsillo y para el ciudadano.
Hace unos días recordaba que las elecciones traen debajo del brazo un ungüento mágico que todo lo soluciona y nada deja sin arreglar, pero pasadas las mismas, los hechos ponen en evidencia las promesas descritas y retornan a la cruda realidad de lo que no puede ser no es y, además es imposible.
Si tienen la oportunidad de leer el programa de Vecinos por Pozuelo no descubrirán milagros, ni frases hechas, ni promesas inalcanzables. Solo actuaciones factibles de implementar, necesarias para la mejora local, obligadas de la colaboración de los otros actores políticos en el Ayto., considerando, además que las propuestas de los rivales políticos, si son buenas para los pozueleños, tienen que ser apoyadas y llevadas adelante. El color y las siglas no pueden frenar lo que es bueno para la ciudad y sus ciudadanos.
Es lo que tiene la candidatura capitaneada por Tono Rueda: el conocimiento de la villa y la generosidad para las propuestas que la mejoren.
El día 26 de mayo no elegimos un gobierno municipal, decidimos qué queremos para Pozuelo: un futuro desde el conocimiento de la villa, que nos haga recuperar tantos años de desidia y abandono, como plantean los Vecinos o un sinfín de recetas para alcanzar la “Casa Rosada”, más próximas a las palabras prometidas que a los hechos realizables de la mayoría de las propuestas de los partidos de ámbito estatal, subyugados, además, a las obligaciones con sus “ONE”, no siempre coincidentes con lo necesario para la villa.
De eso se trata el próximo domingo al ir a la mesa electoral: Con, por y para Pozuelo como reclaman los Vecinos o seguir dependiendo de Madrid si la elección se inclina hacia el resto de las opciones.
Como siempre, en nuestros votos está.
A. Nogueiro